Inmerso en una de las villas más populares del país,
funciona como un apoyo fundamental para hombres, mujeres y niños. Allí
encuentran un lugar de contención, donde los valores del deporte atraviesan la
vida de cada integrante, fomentando el trabajo en equipo y la solidaridad
dentro de un contexto de vulnerabilidad.
Entre los años sesenta y setenta, el Padre Mugica tuvo un
papel importante en las luchas populares del país, siendo la Villa 31 de Retiro
en la Ciudad de Buenos Aires uno de sus principales escenarios para la labor
comunitaria. Hoy, uno de sus tantos homenajes en la Villa, está plasmado en una
cancha que lleva su nombre y su rostro en un paredón, donde cientos de personas
acuden todos los días.
El club nació en el marco de un área de prevención de
adicciones, en la Parroquia Cristo Obrero. Si bien funciona hace más de tres
años, hace tan sólo algunos meses se le entregó el certificado de personería
jurídica y comenzó su historia de manera oficial, con el padre Guillermo Torres
a la cabeza del proyecto.
El fútbol de las chicas está presente de lunes a viernes. El
plantel de primera y reserva está compuesto por 20 mujeres que entrenan para
competir de manera oficial los fines de semana. Sin embargo, no se practica
únicamente con la redonda, ya que se puede jugar al hockey y al vóley, deportes
que juntan más de 300 personas por día. También se juega boxeo, fútbol
masculino y vóley para adultas.
El Club Padre Mugica es mucho más que solo deporte o
actividades culturales. Hay asistentes sociales y asistencia psicóloga
disponibles una vez a la semana; talleres de arte y apoyo escolar. Se realiza
una atención personalizada de cada jugadora que se acerca, brindando apoyo,
contención y fomentando los valores que acarrea el deporte, como la
solidaridad, la amistad, el trabajo en equipo, la lucha por un objetivo en
común.
Varios de los clubes de fútbol de primera división suelen
visitar el Mugica al menos una vez por año. Racing festejó fin de año en
Retiro, con actividades que incluían juegos recreativos, música y
reconocimientos a los mejores equipos del torneo interno. Por otro lado, la
Fundación River Plate está presente todos los años en la Villa 31 con un torneo
en el que participan más de 750 chicos de entre 5 y 17 años.
La combinación del deporte con la vida en un club logra que
todos los valores positivos se impregnen en sus jugadores, sean profesionales o
amateurs. Ésta fusión se da en el Club Padre Mugica, iluminados por las luces
de la autopista y en medio del caos de la ciudad.
Por Nati Stanchi para Proyecto Pura Vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario